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Fotografía - Barrios y Húmedales
Convivir con el río es un asunto que los habitantes de las riveras del Amazonas tienen bastante claro. Aprovechar sus dinámicas generando a veces várzeas para sembrar y a veces bosque inundado para pescar o cazar ciertas especies, es el día a día en las comunidades indígenas, donde las densidades poblacionales no son tan altas y permiten una mejor convivencia y un menor impacto en el medio natural.
Pero en un pueblo que crece cada día con mayor velocidad, que no cuenta con la capacidad administrativa necesaria para garantizar buenas condiciones de vida a sus habitantes y mucho menos proporcionar los servicios públicos necesarios, las dinámicas cambian y el impacto ambiental generado es mucho mayor.
Es el caso de Leticia, donde el 60% de la población urbana del municipio viven en éste tipo de asentamientos llamados “marginales”, que conviven con sistemas acuáticos pero en una densidad mucho mayor. Estos son: Victoria Regia Baja, La Playa, La Isla de la Fantasía, la Unión, El Águila, Castañal-porvenir; sectores afectados por el sistema de la quebrada Simón Bolívar que pasa por los barrios Once de Noviembre, Iane, Simón Bolívar, San Martín, José María Hernández, San José, Humarizal, La Sarita, Rafael Uribe. Y sectores de la quebrada Matadero que hace parte de la cuenca de la quebrada San Antonio y pasa por los barrios Punta Brava, La Florida y San Antonio.
El imaginario del turista que viene al amazonas desconoce esta realidad, quién sabe si le interese, sin embargo sus habitantes hacen lo posible por vivirla.

BARRIOS Y HÚMEDALES
QUEBRADA EL MATADERO
Existe en Leticia una quebrada llamada El Matadero que nace rodeada por una cerca de metal al lado de la torre de Inravisión, casi en la frontera con Brasil. Del suelo brota un hermoso lago. Sus aguas cristalinas reflejan el cielo abierto característico de nuestra ciudad.
Esta quebrada desde su nacimiento se encuentra de frente con lo que será su triste final. Basta con recorrer unas cuantas cuadras el camino de la quebrada para evidenciar la transformación que sufre. Ya el agua no es cristalina y el olor es reflejo de los desperdicios que se tiran en su cauce provenientes tanto de Leticia como de Tabatinga.
En su corto recorrido de casi 1 km pasa por debajo de cerca de 100 casas que han hecho de esta quebrada su baño público y que en lugar de aprovechar sus aguas deben adaptarse a vivir con lo que éstas traen.
La Quebrada El matadero no es la única que nace bella en Leticia y sufre ese negro destino, es común para quienes habitamos este lugar encontrarnos repetidamente con situaciones similares frente a las cuales poco podemos hacer.
El problema del manejo inadecuado de las aguas residuales es el mismo que el de los residuos sólidos; las condiciones de vida de quienes conviven de cerca con las quebradas las repetimos a diario los demás habitantes de Leticia con las basuras.
BARRIO MANGUARÉ
Hace más de 9 años se comenzó este proyecto de “vivienda digna” para los habitantes de algunos de los barrios marginales (invasiones) que quedaban asentadas sobre quebradas del municipio de Leticia.
Por razones ampliamente conocidas por el pueblo Leticiano (las de siempre), estas obras nunca se terminaron y actualmente no cuentan con sistema de acueducto ni alcantarillado.
Sin embargo, en el desespero y la búsqueda de mejores condiciones de vida, algunos de los “favorecidos” del proyecto inicial y otras tantas personas, han comenzado a habitar estas casas, adaptándose de la mejor manera posible a las nuevas condiciones.
DÍA DE LIMPIEZA EN EL BARRIO LA ESPERANZA
Con la colaboración de la Administración Municipal de Leticia, la Policía Ambiental, el Ejército, la Fundación FATA, Fundación Amazonas Sin Límites, la escuela local Pacho Vela, el grupo musical NOIS y Corpoamazonía; Entropika organizó un día de limpieza en el barrio La Esperanza. Los habitantes del barrio fueron invitados por los alumnos del Pacho Vela a llevar sus residuos reciclables (plástico, cartón, papel, etc.) y no-reciclables (orgánicos e otros) a dos puntos de recolección.
Los residuos reciclables fueron transportados por la Policía Ambiental a la planta de reciclaje de la Fundación Amazonas Sin Límites, y los no-reciclables fueron transportados por la Administración Municipal al relleno sanitario de la ciudad. La Fundación FATA y el Ejército se encargaron de la limpieza del parque principal y calles del barrio.
La Presidenta de la Junta de Acción Comunal y Corpoamazonia socializaron el nuevo horario de la recolección de basuras en Leticia; responsabilidad que fue asumida por la Administración Municipal de Leticia el 28 de agosto de 2015.

MUJERES TEJIENDO ESPERANZA
En los barrios El águila y La esperanza se adelanta un proyecto que busca promover con grupos de mujeres la reutilización de las bolsas pláticas mediante el uso de la técnica de Crochet para tejer carteras, canastos, tapetes y otros accesorios. Este taller busca reducir el impacto ambiental generado por las bolsas que se desechan en las casas y que tanto contaminan nuestro entorno.
Algunos resultados no planeados, pero que han surgido espontáneamente y tienen un gran impacto en las mujeres participantes, es que éstas han encontrado en los talleres de eco-bolsa un espacio seguro en el que pueden hablar sobre sus problemas, inquietudes y también sobre sus sueños. Durante el taller no solo se tejen bolsas, se tejen amistades, apoyos, redes sociales e ideas.

LA CHAGRA
Mi nombre es Eufracia Kuyuedo Pusiñoteriza, tengo 60 años. Soy una mujer Huitota, berraca para trabajar la tierra. Mi esposo es Ocaina y mis hijos también.
Yo nací en la chorrera, eso queda por el río Putumayo en la cabecera del río Igará - Paraná. La tierra donde yo nací es muy buena, allá se siembra de todo y da todo muy bonito. Allá la tierra es muy grande y muy agradecida, usted puede seguir tumbando, puede seguir tumbando y sembrando, nadie le dice nada.
Mis papás eran de allá mismo, de la Chorrera. Mi mamá murió joven, pero mi papá no hace mucho murió, tenía 110 años cuando pasó, él durmió y ya no se despertó más. Ahora de 11 hermanos quedamos 8 vivos.
Mi mamá fue una persona que no tuvo estudios ni nada pero siempre fue muy dedicada a su chagra, todas las cosas que ella hacía eran bien preparadas. Nuestra chagra era una de las más aseadas y organizadas, no había chagras así.
Yo aprendí a trabajar la chagra con mi mamá. Muy duro trabajar con mi mamá porque era de esas mujeres de antigua que son muy rígidas para educar y criar a sus hijos. Yo aprendí con ella a sembrar y a hacer de todo desde muy pequeña, desde la edad de los tres años yo tenía que ayudarla y acompañarla, y los bebesitos iban cargados en la espalda en un canguro, así sea recién naciditos pero ahí estaban. A las 4 de la mañana ya mi mamá estaba echando lengua para ir a trabajar, echando cantaleta y así pues nos tocaba madrugar para salir con ella.
Fotografía - Quebrada El Matadero
Fotografía - Limpieza Barrio La Esperanza
Fotografía - Chagra
Fotografía - Mujeres Tejiendo Esperanza
Fotografía - Barrio Manguaré
A la edad de 16 años empecé a trabajar solo con mi hermana en la chagra, hacíamos todos los productos que salen de la yuca. Trabajar la chagra es una enseñanza que nos dan nuestros papaces, es un consejo. Yo a mis niños tengo que decirles que vengan conmigo y enseñarles, porque si yo no les comparto eso pues ellos nunca van a aprender lo que yo hago y que me enseño mi mamá. Eso en nuestra cultura es un saber que se da a los niños y por eso es importante tener hijos y llevarlos a la chagra, allá es donde ellos aprenden, allá es donde se aconseja, por eso se dice que el consejo viene de la chagra.
Limpiar, sembrar, cosechar es muy importante porque si no lo hacemos ¿de dónde yo voy a mantener a mi familia? Mi trabajo es mi chagra de ahí saco yo cosas para vender, Kasabe, Fariña, Tucupí, Ají en polvo, si hay frutas pues saco frutas, si hay piña saco piña… Por eso es que la tierra hay que trabajarla, la tierra es madre nuestra, nos da todo y si no la trabajamos teniendo un pedazo de tierra, si yo no voy a la chagra con mis hijos, si no sembramos, pues no hay que comer.
Mi profesión es la chagra desde que me crie con mi mamá y a mí nadie me va a venir a decir así se siembra yuca porque yo ya sé sembrar, a mí nadie me va a venir a decir cómo trabajar la tierra porque a mí eso ya me lo enseñó mi mamá.
Texto: Katalina Gutiérrez Peláez
Texto: Katalina Gutiérrez Peláez
Texto: Katalina Gutiérrez Peláez
En el afán por el consumo y la acumulación característica del tipo de sociedad que conformamos, nos hemos acostumbrado a dejar que el agua o el carro de la basura se lleven nuestros desperdicios, librándonos así de cualquier responsabilidad que pudiéramos asumir.
La situación de saneamiento básico está directamente ligada al ejercicio de la administración municipal y departamental, pero eso no nos excluye a quienes vivimos o visitamos el Amazonas de adquirir hábitos saludables con el medio ambiente.
Piénsalo, ¡también es cuestión de actitud!
Texto: Luisa Fernanda Duarte
Texto: Fundación Habitat Sur.
Texto: transcripción de entrevista realizada a Mama Chacha.
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